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El problema de Cuba no es el embargo II

I

Las polémicas y las acciones de los que actúan en el llamado cambio vienen a corroborar que, las crisis sociales y políticas en Cuba, a través de su Historia, han sido originadas en parte por un gran desprecio por la ciudadanía desde las llamadas élites. Un alejamiento sistemático como práctica en cuanto cualquiera logra escalar y montarse en el ascensor social: ninguneo, falta de ética, falta de proyecto político serio y profundo y de respeto por los ciudadanos.

Los cubanos deben superar todas estas características políticas y culturales y pensar una reforma Constitucional y  los mecanismos de control democrático para que la transparencia y la justicia social sean una realidad.

El resto puede resumirse en control, luchas por el poder, ingeniería política fabricando líderes, que, son necesarios, pero rigurosos y honestos. Porque sucede lo de siempre, oligarquías que van y vienen, y los recién llegados con ambición y arrogancia, sin experiencia, improvisados e inexpertos.

En este proceso de transición en Cuba hay un antes Oswaldo Payá Sardiñas y el Proyecto Varela, y un después.

II

El embargo ha sido una excusa utilizada como arma mediática hacia el interior y como argumento antimperialista hacia el exterior.

En casa de mis tíos cuando utilizábamos una herramienta y no la guardábamos en su sitio, escuchábamos una voz irónica que preguntaba: que las tijeras no estén en su sitio ya sabemos que es responsabilidad del «imperialismo yanqui»… Es una anécdota casera pero así ha sido la realidad de éstos 55 años. Que no hubiera pan, aceite o mantequilla o quesos, pintura para una ventana, papel higiénico o almohadillas sanitarias, verduras y frutas en los mercados era responsabilidad de los yanquis.

Cuba ha tenido subvenciones y créditos millonarios soviéticos y venezolanos. Socios comerciales leales por lazos afectivos e históricos, es el caso de España y México que por solidaridad nunca rompieron relaciones con el país en la década de los sesenta. Además de Canadá que  desde los años setenta enviaba grupos de turistas de la tercera edad durante los meses invernales.

El turismo no fue un polo de desarrollo desde la década del sesenta porque era contrario a la estrategia de confrontación y aislamiento y de guerra inminente necesaria para mantener el país en los límites y bajo control. El peligro de invasión y la economía de guerra en la que nos vendían por la libreta de racionamiento los frijoles viejos de la reserva militar, lo tuvimos que soportar durante toda nuestra infancia, adolescencia y primera juventud. Los entrenamientos militares obligatorios, los llamados a las cinco de la mañana de hombres y mujeres para presentarse como reservistas con solo un cepillo de dientes. Las maniobras milicianas los fines de semana para entretener al personal y mantener el mito del Desembarco. Reíamos y decíamos que el bombardeo sería  estratégico: con jeans y latas de carne… no de carne rusa, por supuesto, de corned beef.

Crecimos con el peligro norteamericano al acecho, aunque la mayoría escuchaba las emisoras de música norteamericana y veía las películas del cine negro los domingos por la noche, pero, como telón de fondo, el mensaje subliminal era el de las gráficas gigantescas con el lenguaje apocalíptico de los discursos de Fidel Castro. Los logros de la Revolución. Patria o Muerte. Socialismo o Muerte.

Cuba nunca ha estado bloqueada. La historia mediática comenzó con el bloqueo naval que duró el tiempo de la crisis de los misiles en octubre de 1962. Luego, el embargo comercial de Estados Unidos a partir de las nacionalizaciones de sus empresas sin ninguna compensación económica, ha sido eficaz para pedir y mantener una solidaridad internacional con el gobierno de Cuba en su ejemplar confrontación contra el imperialismo. También la confrontación ha servido para los discursos del comandante en Jefe en las Naciones Unidas, de verde olivo, siempre en campaña. Esa lógica defensiva ha tenido muy buena acogida en todas partes y le ha facilitado argumentos a la dictadura para justificar la represión a la oposición y profundizar la depresión económica hasta la miseria más violenta en que vive la mayoría de la población.

III

Levantar el embargo sería una cuestión moral, porque en la práctica, Cuba comercia con empresarios norteamericanos siempre que pague al contado; las tiendas de comestibles en Cuba venden productos norteamericanos que el Estado  compra y vende a la población a precios de inflación. Precios más caros que en Francia para productos de primera necesidad como la leche o el aceite, en un país donde un profesional gana 20 euros mensuales.

El levantamiento del embargo es necesario a la dictadura para acceder a créditos financieros que no pagarán y que irán a engrosar las deudas públicas y el déficit económico del país. Además de ofrecer recursos que fomentarán la corrupción de todo ese sistema podrido que no tiene ningún mecanismo de control democrático.

Las ayudas financieras a los emprendedores independientes sería una solución económica para los ciudadanos, un aliciente moral que permitiría a la gente comenzar a reconstruirse para poder luego reconstruir sus casas y vivir con dignidad. Pero la pregunta clave es:  How ? ¿Cómo podrían llegar a la ciudadanía en un país donde está todo controlado por un partido único y sus estructuras políticas y administrativas y su burocracia kafkiana?

La experiencia hasta ahora ha sido la del control de todos los recursos. Nada escapa al control, por esa razón han podido mantenerse medio siglo en el poder. La espontaneidad en el totalitarismo es falsa, si llega a producirse como desobediencia civil, es aplastada, para ello el trabajo represivo y la maquinaria de vigilancia y detenciones se mantiene perfectamente engrasada.

Los recursos que lleguen desde Estados Unidos como ayuda gubernamental o empresarial serán manipulados en función de los intereses económicos de las familias en el poder.

En el ensayo acerca de la autoridad que escribió Hannah Arendt recogido en su magnífico libro La Humana Condición, analiza los regímenes autoritarios y las tiranías hasta llegar a la estructura de la organización totalitaria. La filósofa eligió una cebolla porque su estructura de capas a partir de un centro, capas compactas y relacionadas  le permitía explicar el fenómeno de cómo el sistema por su estructura y organización está diseñado a prueba del choque que lo amenaza desde la factualidad del mundo real. En su descripición aparece la soledad del Jefe al centro, ubicado en un espacio vacío, su acción es ejecutada desde el interior. En el totalitarismo cada capa  mantiene una doble función al ser centro radical y fachada a la vez para dar una imagen falsa de normalidad. Aquí incluye a todas las capas que van desde el partido y su burocracia, a las asociaciones de simpatizantes y las asociaciones de profesionales. Una ficción, o la ficción de un mundo donde hoy constatamos que los vasos de leche que prometió el general presidente han pasado a ser mascarillas capilares de leche evaporada; suponemos, que los consejos de la peluquería de la transición, son para la clase media emprendedora de los timbiriches, que, podrá comprar leche, a los precios exhorbitantes en que la vende el Estado.

Que leamos cada día los datos de los periodistas independientes sobre la represión, los muertos por los derrumbes de los edificios que llevan medio siglo sin mantenimiento. O las fugas en balsas por cualquier costa. A los cubanos ya les parece la salvación tocar las costas haitianas. Cada cierto tiempo reaparecen las epidemias de cólera o las estadísticas sobre la cantidad de personas que no disponen de agua potable. Todos éstos problemas técnicos y de administración son debidos al sistema político y económico que invierte recursos en todo el aparato policial y militar costoso, en el desarrollo de empresas mixtas con capital extranjero y en polos turísticos donde se construyen lujosos hoteles y marinas y le importa un bledo la situación de urgencia humanitaria en que vive la inmensa mayoría.

IV

La carta abierta de las 40 personalidades políticas y del mundo de la empresa norteamericana al presidente Obama, pide «una flexibilización del embargo» que ya es una realidad. Es un documento optimista, un Plan Marshall sin Desembarco de Normandía. ¿Desembarcar para qué ? ¿Qué guerra? Cuánta estupidez. El balance real es que Cuba está destruida económicamente, los centrales azucareros y los campos son una ruina y los ciudadanos viven en las ruinas de ciudades que han sido bombardeadas por las políticas absurdas, la burocracia y la impunidad. El desgaste moral se refleja en la apolitización, la incredulidad y la falta de confianza en cualquier acción política.

¿Cómo no vamos a exigir reformas políticas antes de levantar el embargo? ¿Qué esperan ? Que aceptemos la farsa de la Asamblea y sus elecciones trucadas y el desamparo legal. ¿Vivir a merced de un Estado que es un verdadero pulpo frente al ciudadano indefenso? Aquí hemos visto las imágenes de las masacres de la Plaza Tianamen, ayer se cumplieron veinticinco años. Ese es el verdadero rostro del capitalismo comunista a la China. El desprecio por la libertad y por la vida. Los centros de tortura para los empresarios que caen en desgracia, lugares con personal preparado para conseguir confesiones por la fuerza.

Cuando un Estado necesita y utiliza la fuerza para reprimir, acosar, anular, deportar, exiliar y destruir a sus ciudadanos es que ha perdido la autoridad, y, por tanto, la legitimidad.

V

En el norte de Francia, en Normandía, se celebrará mañana el setenta aniversario del Desembarco de Normandía, el mayor despliegue logístico realizado por un ejército. Las acciones de los aliados en África y el sur de Europa había comenzado desde 1942; el ejército aliado decidió la Liberación de Europa. Francia tuvo la suerte de ser liberada por norteamericanos, ingleses, canadienses y franceses, que formaron una coalición democrática.La reconstrucción de todo el norte se realizó gracias a  la ayuda financiera norteamericana.

Viajo a menudo por esa hermosa región, es raro el pueblo en que no hay un pequeño espacio conmemorativo, tarjas de agradecimiento a norteamericanos e ingleses y sus ejércitos por sus acciones y su ayuda durante las dos guerras mundiales.

Ayer, en el telediario vimos al presidente Obama en su discurso en Polonia, donde comenzó el combate contra el comunismo en 1970, en los astilleros de Gdansk. Lech Walesa sonreía mientras escuchaba las palabras de admiración y reconocimiento del presidente norteamericano. Obama ha venido a la conmemoración para recordar el valor de la libertad y el combate necesario contra los totalitarismos y las dictaduras; ahora, que el conflicto de Ucrania amenaza con extenderse y convertir el este de Europa en una zona en guerra.

Esperemos que el presidente Obama, con Cuba y los hermanos Castro sea firme y ponga sobre la mesa los derechos y las libertades de los ciudadanos como condiciones primeras para la apertura y la democratización de la sociedad cubana.

 

© 2014 Maite Díaz González.