En París, Paul Virilio y Raymond Depardon en la Fundación Cartier

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“Donner la parole”, éste señor es uno de los entrevistados por Raymond Depardon. Es importante el testimonio de éste occitain, que habla en su lengua que ha desaparecido, aparecen testimonios europeos sobre el proceso cultural que significa la mundialización como un proceso de asimilación tan antiguo como la historia humana.

«TERRE NATALE ailleurs comme ici » es la exposición que presenta la Fundación Cartier en París. El edificio de la Fundación es una estructura transparente creación de Jean Nouvel, una fachada de cristales, que como espejos, se integran al paisaje urbano en el número 261, del boulevard Raspail, con un hermoso cedro del Libano a la entrada. De los edificios proyectados por Nouvel y que he recorrido, pienso que éste, discreto, es el más hermoso, acogedor por su ligereza, proporciones agradables y la integración de la naturaleza, los árboles y espacios verdes a la arquitectura.

La exposición plantea preguntas de interés en éste siglo y milenio que hemos comenzado. Siguiendo las estadísticas desde 1991, filósofos como Paul Virilio señalan una aceleración de sucesos que generan catástrofes y progresos dentro de una misma lógica dialéctica; ésta fue la idea de Hannah Arendt : «El progreso y la catástrofe son el verso y reverso de una misma medalla.» A partir de ésta idea, Paul Virilio organizó en el 2002, en éste mismo espacio, la exposición sobre «El Accidente» como elemento fundamental de la historia, el accidente como obra creativa. Virilio ha llegado a proponer la creación de un Museo del Accidente: «Exponer el accidente, todos los accidentes, desde el más banal al más trágico, de las catástrofes naturales a los accidentes industriales y científicos, pero además exponer también el accidente feliz, del golpe de suerte al flechazo. Exponer el accidente para no estar sólo expuestos al accidente.» Es éste el proyecto de la exposición «Ce qui arrive» y que se inspiraba también de la frase de Sigmund Freud, «La acumulación termina con la impresión de azar.»

La muestra se compone de cuatro instalaciones en las que dialogan Paul Virilio y Gerard Depardon. Un diálogo de confrontaciones. Entre las preocupaciones de Depardon, fotógrafo y cineasta, encontramos la idea de la relación poderosa con la tierra que tienen las personas que habitan el mundo rural y, con respecto a los planteamientos de Virilio, urbanista y filósofo, viajamos alrededor de la ciudad, del éxodo, en relación a los desplazamientos y a la velocidad.

A partir de éstas unidades extremas y complementarias, recorremos los discursos cinematográficos de Raymond Depardon que busca a los sobrevivientes de pueblos que han desaparecido asimilados, los Mapuches o los Kawésqar en Chile, los Chipaya y Quechuas en Bolivia, los Guaraníes o Yanomami en Brasil, la tribu Afar en Etiopía, además de las entrevistas a dos franceses, una bretona, residente en una isla del Atlántico que ha conservado su lengua materna y, un occitain, de un pequeño pueblo del sur de Francia que confiesa haber aprendido muy mal la lengua francesa. Los retratos monumentales, las voces de éstas personas nos cuentan sus historias familiares, personales, desde una pantalla gigantesca y unos planos próximos y cerrados que recogen toda la fuerza de sus testimonios. Las salas sin asientos, obligan a los numerosos espectadores a escuchar sentados en el suelo. «Donner la parole», así titula Depardon ésta serie de entrevistas.
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Imagen de la entrevista a unas mujeres de la tribu etiope Afar en «Donner la parole» de Raymond Depardon.

Desde el mundo aislado de personas que han quedado fuera del movimiento del progreso, de la asimilación, de la globalización, escuchamos al Quechua boliviano hablar en su lengua materna, contar que debe venir a la ciudad porque no tiene trabajo, no tiene qué comer, y las únicas palabras que pronuncia en español son las palabras, cabras, vacas, ovejas. Depardon nos hace testigos de éstos desplazamientos marcados por los límites de la experiencia de sobrevivir y a su vez, de la misma etnia, una mujer se resiste a emigrar a la ciudad desde unas razones profundas de pertenencia a un espacio, a un paisaje inscrito en una geografía bien definida y a una conexión con una lengua y unas tradiciones. Dos mujeres Yanomami se preocupan por los ríos, por los peces de los ríos que nutren a sus hijos y por la llegada del hombre blanco y la destrucción de la selva.

De regreso, Depardon nos muestra en la segunda sala «Le tour du monde», su vuelta al mundo, solo, en 14 días y 7 escalas. Filma el mundo de la ciudad, de la velocidad, del stress de las mujeres que van a trabajar en Japón, la gente y sus teléfonos por la calle, el tráfico, los puentes de carreteras y calles que se superponen en las ciudades. Es un filme mudo, nadie cuenta su historia, son dos pantallas enormes instaladas en un ángulo de la sala oscura, simulando un diálogo a dos, en el que sólo se escucha el silencio y el ir y venir apresurado de la gran ciudad. Washington, Los Angeles, Honolulu, Tokyo, ciudad Hô Chi Minh, Singapur y Le Cap.
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Instalación de Paul Virilio en el sótano de la Fundación Cartier,  al fondo el espacio circular donde se expone la segunda instalación  concebida por Virilio y realizada por el estudio multidisciplinar Dille Scofidio + Renfro, la obra multimedia es una visualización dinàmica en 360° sobre los movimientos migratorios y las consecuencias del calentamiento global

En los espacios del sótano Paul Virilio ha concebido sus dos instalaciones. Llegamos a un espacio que recrea una gran sala de espera, un hall de un gran aeropuerto o de una gran estación de trenes. Del techo cuelgan unas decenas de pantallas planas que reproducen imágenes de vídeos de archivo de telediarios, documentales y fotografías, todas imagenes reales, documentales sobre los movimientos importantes de poblaciones, campos de refugiados por razones climáticas o políticas, imágenes de los boat people vietnamitas, de los mexicanos filmados con cámaras infrarrojas atravesando las alambradas de la frontera.

Paul Virilio en una proyección a escala natural camina por un callejón adoquinado de una ciudad francesa y conversa con el espectador : «El sedentarismo y el nomadismo han cambiado de naturaleza. (…) El sedentario es aquel que se encuentra en casa en cualquier sitio, con el móvil, el ordenador, en el ascensor, en el avión o en el tren de alta velocidad. Éste es el sedentario. En cambio, el nómada es aquel que no se encuentra en casa en ningún sitio.»Para Virilio el siglo XXI será el de las grandes migraciones, 200 millones de personas estarán obligadas a desplazarse, a partir de ahora y hasta el 2050, por razones políticas debido a dictaduras, persecuciones, conflictos étnicos y territoriales. Luego de la espera en ésta suerte de sala de aeropuerto que ha diseñado Virilio, con la intención, supongo, de hacernos tomar conciencia -mirando los documentales-, que la condición nómada forzada o deseada ha sido la causa de una aceleración de conflictos y de catástrofes, que repercuten en el espacio urbano.

La pieza multimedia es una sala y una pantalla circular. Un planeta tierra gira en 360° alrededor nuestro, la imagen del planeta es nítida, en su doble movimiento de rotación y traslación se visualizan las capas de nubes alrededor de la tierra, es enorme, de unos dos metros de diámetro aproximadamente, se traslada de izquierda a derecha desvelando datos en relación a los movimientos migratorios. La pieza es un resumen de datos estadísticos, una serie de mapas, de planisferios que dibujan las migraciones urbanas, la densidad de la población en las ciudades, la falta de oportunidades en el campo y la concentración humana en los espacios de las ciudades cada vez más pobladas en los países desarrollados, Virilio ofrece la estadística de que para el 2015, 48 de las grandes ciudades que crecen más rápidamente se encuentran en el hemisferio sur.

La segunda muestra es sobre la inmigración, los flujos de hombres y dinero. 60 países en vías de desarrollo reciben remesas desde 12 países desarrollados, la media es de 160 euros mensuales por envío, la suma es de 240 mil millones en concepto de remesas. Hay una banda de banderas de los países del primer mundo de un tamaño mayor arriba y, abajo, otra banda de las banderas de los países en vías de desarrollo, informàticamente se dibujan los flujos monetarios en conceptos de remesas que van de los emigrantes en el primer mundo, a sus familias, la cantidad es tres veces las cifras de lo que supone la ayuda internacional a esos países. Gràficamente la bandera europea, americana o canadiense se contamina con barras digitales de pixels de los colores de las banderas de los pequeños países, cada pixel corresponde a 10 emigrantes o refugiados. Después de todos estos datos, se traza un «ecuador económico» entre el norte y el sur que comienza en el sur de Rusia, en la Siberia, y va bordeando el territorio hasta Turquía, entra Israel, la costa sur mediterrànea y costa norte de África, América del Norte bordeando la Florida, la frontera mexicana y en el Pacífico incluyendo a Australia y Japón. En las estadísticas sobre las remesas no aparecen datos sobre Cuba, siendo uno de los países con una comunidad en el exilio importante que corresponde a un 10% de su población y, es conocida la importancia de éstos ingresos en la economía de la población cubana, en «terre natale.»América aparece como un continente más estable. No leí informaciones sobre los desplazamientos desde Venezuela, Cuba, sólo Colombia apareció como emisor de refugiados hacia los Estados Unidos.
La tercera muestra de datos corresponde a los refugiados políticos y a las migraciones forzadas, desplazamientos internos en los países, refugiados, demandadores de asilo. Las estadísticas describen las incidencias de éstos viajes, las negativas de asilo, las deportaciones a las fronteras. El continente más convulso es el centro de África, y la zona de Irak, Myanmar, éstos territorios han producido éxodos, en el caso de Irak, de más de 1 millón de personas. Tampoco sobre Cuba y sus estadísticas pude encontrar ningún dato.
La cuarta presentación resume las catàstrofes naturales que han aumentado desde el año 2000. Los desplazamientos de las poblaciones por causa de inundaciones son màs frecuentes en el hemisferio sur que en el hemisferio norte. Y, por último, la quinta muestra estadística hace referencia a las variaciones de los niveles del mar. Los mares, de aquí a 2100, se supone aumentaran su volumen y, como consecuencia, desaparecerán sumergidas las ciudades que se encuentran en las costas, aquí apareció La Habana, éstas ciudades «serán las primeras víctimas del calentamiento global aunque a menudo son las menos responsables», termina con éste juicio y asignación de responsabilidades la presentación de ésta pieza.

En los vídeos expresa su idea y la variación que tendrà el concepto de frontera. La frontera, el muro.Las fronteras naturales determinadas por las fronteras geográficas, por lo límites geográficos, Virilio dice, «…el mar pertenece a todo el mundo, pero la noción de límite, de muro define una identidad, hay muros necesarios. Nuestro límite corporal es nuestra frontera, nuestra magnitud, no hay realidad sin magnitud. El muro puede servir para identificar o para excluir. La gran frontera será la frontera continental, la subida de los niveles del mar eliminará las fronteras naturales.» En sus ideas Paul Virilio cuestiona el mundo de las nuevas tecnologías, la velocidad como expresión del Poder, la necesidad de un compromiso de lucidez desde el que no niega la tecnología, pero exige una visión crítica de ésta y de los cambios que está estableciendo en las conductas humanas, en las relaciones sociales y en la relación del hombre con el paisaje y con la naturaleza.

«Parce que moi j’ai la nostalgie de l’ampleur du monde, de sa grandeur.» Paul Virilio.

©2009 Maite Díaz 

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