Merah, «un monstre issu de la maladie de l’islam»
LE MONDE | 23.03.2012 à 14h26 • Mis à jour le 23.03.2012 à 16h37
Por Abdennour Bidar
Profesor de filosofía en Sophia Antipolis (Alpes-Maritimes) LeMonde.fr
Desde que el asesino de Toulouse y Montauban fue identificado como «salafista yihaidista», es decir, como fundamentalista islamista, el discurso de los dignatarios del islam de Francia ha sido prevenir cualquier «amalgama» entre la radicalización de un individuo y la «comunidad» pacífica de los musulmanes de Francia. Este llamado a un juicio diferenciado es necesario tras un acontecimeinto como éste que genera una ola de emoción y de indignación tan poderosa que podría eliminar, en ciertos espíritus frágiles, la capacidad racional de distinguir entre islam e islamismo, islam y violencia, etc. Los dignatarios que expresaron su preocupación han asumido una responsabilidad indispensable para la paz social, y podemos esperar que su palabra contribuya a evitar la profundización de la desconfianza y el estigma del que son a menudo víctimas los musulmanes en Francia.
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