Apertura cubana bajo presión internacional. LE MONDE.fr

Las buenas noticias de Cuba son raras. Entonces, ¿deberíamos alegrarnos de ver que el gobierno cubano ha excarcelado -a cuenta gotas- a los 52 opositores del «Grupo de los 75»,  condenados a largas penas en 2003?. Quedan 115 presos políticos en las cárceles cubanas, pero es un paso.

Los dirigentes cubanos -el General Raúl Castro asumió el cargo en febrero de 2008, sucediendo a su hermano Fidel  enfermo- han proclamado alto y fuerte que jamás se rendirían «al chantaje inaceptable» ejercido por los Estados Unidos y la Unión Europea, después de la muerte en prisión el 23 de febrero, del disidente Orlando Zapata, tras una huelga de hambre durante 85 días.

Gestionando la peor crisis económica que ha conocido la isla desde principios de 1990, el gobierno cubano no anticipó la protesta internacional desatada por la muerte. No esperaba tampoco que otro disidente, Guillermo Fariñas, comenzara una huelga de hambre. No esperaba que las estrellas de Cuba, poco críticas con la revolución, exigiesen cambios radicales bajo el liderazgo de «caras nuevas», o que la Iglesia Católica se alarmara por el riesgo de la economía «hundiéndose a pique», gracias al excesivo centralismo que sigue impidiendo «la modernización y el desarrollo de la iniciativa individual.»

Precisamente con la Iglesia Católica, el régimen se ha comprometido a negociar desde finales de mayo, sin reformas políticas, solamente centrados en el destino del «Grupo de los 75». La visita, en junio, de un representante del Vaticano no ha sido ajena al anuncio hecho el 7 de julio por el arzobispo de La Habana, sobre la firma de un acuerdo en presencia del ministro español  de Relaciones Exteriores Miguel Angel Moratinos, para la liberación de los presos y su traslado a España.

Este escenario demuestra que con la presión combinada se obtienen resultados, al menos en el ámbito de los derechos humanos. El ministro español de Exteriores espera que la UE revise la posición común tomada desde 1996 en Bruselas que condiciona su relación con La Habana a partir de los avances en materia de democracia y de derechos humanos.

La UE no debe apresurarse, porque los progresos  pueden hacerse esperar. ¿Cómo interpretar la multiplicación de apariciones públicas de Fidel Castro en los últimos días, cuando eran escasas desde su intervención quirúrgica en julio de 2006? Algunos piensan que el viejo «Comandante» – que cumple 84 años el 13 de agosto – quiere dejar claro que la liberación de presos políticos no debe ser interpretada como un cambio de rumbo del socialismo cubano. Otros imaginan una «nueva etapa» para Cuba.

El régimen cubano evitó en el último instante, en 2009, una crisis de pago de divisas al no cumplir con sus obligaciones exteriores. Intentó una política de sustitución de importaciones que no ha dado frutos hasta ahora. La historia demuestra que el sistema se paraliza cuando se agravan las dificultades. Mientras, se deshace de sus oponentes, invitándolos a exiliarse.

Editorial del 16 de julio de 2010 en el diario francés LE MONDE

Traducción: Maite  Díaz González

Una respuesta a “Apertura cubana bajo presión internacional. LE MONDE.fr

  1. Lo que es m’as importante, la derrota de la tirania cavern’icola que aflige a los cubanos no fue el resultado de una campania medi’atica del imperialismo norteamericano, sino del clamor popular y mundial por los m’etodos inhumanos que emplea el r’egimen en contra de su propio pueblo. Me siento orgulloso que mi Carta abierta al Cardenal Ortega, con copia para mis amigos en El Vaticano, hubiera dado como resultado conjunto el inicio de las negociaciones que han demostrado al mundo y a la Historia que era mentira eso de que «en Cuba no hay presos pol’iticos». Pienso que los esbirros, esp’ias y criminales de uniforme debieran poner sus barbas en remojo. La Historia avanza y nunca regresa, como definiera C.Marx.

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