Rocío © 2012 maite diaz gonzalez
Campanillas transparentes, como en los recipientes de mercurio las líneas reflejadas en el interior vibran con lentitud. Las ramas gotean y los pequeños cristales se alinean a ritmos regulares. En el parque, cada árbol es como un viejo guardián con sus arrugas, sus pliegues y sus verrugas. Las ramas desnudas y oscuras se retuercen de manera diferente en cada uno, las cortezas se cubren de musgo, hiedra y hongos fríos y azulados. Cada árbol tiene su rostro asustado, sus agujeros inquietantes, su manera de renacer después de cada invierno. La primavera brota y la luz del verano los iguala con optimismo. El otoño los embellece y los ayuda a envejecer, cada uno amarillea a su ritmo con matices tan distintos como lo son el diseño de sus ramas o la rugosidad de sus troncos. Desnudos, en la soledad del invierno.
© 2012 Maite Díaz González